jueves, octubre 26, 2006

De claves, manifiestos e intenciones



"¡Enséñame la pasta!" ¿Quién no recuerda aquella célebre frase que popularizó Jerry Maguire? En el filme, Tom Cruise interpretó a un cínico agente de deportes al que sólo le importa él mismo. De un día para otro, Maguire se da cuenta de la importancia de las personas sobre los bienes materiales y redacta una idealista Declaración de Intenciones que le cuesta el despido tras repartirla entre sus compañeros. El manifiesto apuesta por un mejor servicio, menos clientes y, básicamente, tratar a cada cliente como la personita que es.

Eso de escribir manifiestos es cosa de artistas, visionarios y algún cienciólogo. Como imbuidos del espíritu de Maguire, Rick Levine, Chris Locke, Doc Searls y David Weinberger escribieron en 1999 The Cluetrain Manifesto un manifiesto en el que definieron el impacto que Internet tendría, tanto en las formas tradicionales de hacer negocio de las empresas como en el mercado de consumidores.

Curiosamente, y aunque el texto esté en clave empresarial y crematística, muchos de los 95 postulados de este "Tren de las Claves" pueden ser interpretados paralelamente a algunos de los paradigmas del Periodismo Ciudadano.

1. Los mercados son conversaciones.

El Periodismo Ciudadano permite la interactividad a través de los medios sociales (blogs, wikis, etc.). Los tradicionales emisores (medios) reciben un feedback contínuo de sus antaño audiencias pasivas.

2. Los mercados están hechos de seres humanos, no de sectores demográficos.

El Periodismo Ciudadano trata a las personas como personas que son, con voz propia, no como convidados de piedra ante las informaciones que les atañen directamente y que acostumbran a seguir desde detrás de la "barrera".

5. La gente se reconoce como tal por el sonido de esta voz.

Efectivamente, la gente se reconoce en la "voz de la colmena" de Internet. De ahí que, por ejemplo, tras el 11-M la gente no buscara la información en unos medios tradicionales alineados y comprometidos políticamente, de los que sólo cabía esperar informaciones sesgadas. En su lugar, la ciudadanía se buscaba mutuamente; buscaban la calidez de la voz de sus conciudadanos para dejar claro que no se iban a quedar de brazos cruzados ante la escasez de transparencia informativa. Es por ello que las manifestaciones se convocaban a través de e-mail y SMS, y la opinión cristalizaba alrededor de blogs y foros.

6. Internet hace posible tener conversaciones entre seres humanos que simplemente eran imposibles en la era de los medios masivos de comunicación.

Efectivamente, el Periodismo 3.0 sólo es posible gracias a la Red. Los precedentes más directos de conversación en los medios tradicionales (cartas al director, intervenciones en directos en programas, SMS...) constituyen un ejemplo primitivo y descafeinado de lo que el Periodismo Participativo ya está ofreciendo.

7. Los hiperenlaces socavan jerarquías.

Se acabó el ser animalitos gregarios que balan al son de los medios. El Periodismo Ciudadano postula que el ciudadano baile a su ritmo, sin dejarse llevar por voces monocordes de siempre. La horizontalidad es una forma más de democracia.

8. En los mercados interconectados como entre empleados intraconectados, la gente utiliza nuevas y poderosas formas de comunicación.

Los medios sociales son el mejor ejemplo de herramientas que permiten esas nuevas formas de comunicación.

9. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos.

La gente se reúne para conversar alrededor de aquellos medios sociales de los que esperan obtener un enriquecimiento informativo. De ahí surja cohesión entre la gente en torno a comunidades virtuales o foros dedicados a temáticas concretas.

11. Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre sí mismos que de los vendedores. Ya basta de la retórica corporativa acerca de añadir valor a productos de consumo general.

De esto en España sabemos un rato. Cualquier información que lleva el marchamo oficialista de una institución es, en muchos casos, minuspreciada en favor del "boca a oreja" que los medios sociales fomentan.

12. No hay secretos. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos. Y ya sea que las noticias sean buenas o malas, se las comunican a todo el mundo.

La gente siempre está más cerca de las noticias que los propios periodistas. Eso es tan inevitable como útil. Y, además, los ciudadanos ahoran llevan teléfonos móviles con cámaras integradas.

39. La comunidad del diálogo es el mercado.

No sólo eso. Las audiencias son, al tiempo, mercado y parte constituyente del proceso de elaboración del producto informativo a consumir.

40. Las compañías que no pertenecen a una comunidad de diálogo, morirán.

Las empresas informativas que no mantengan línea abierta con sus audiencias están condenadas, si no a muerte, sí al ostracismo.

66. Como mercados, como empleados, estamos hastiados de obtener nuestra información por control remoto. ¿Por qué necesitamos reportes anuales impersonales y estudios de mercado de tercera mano para presentarnos unos a otros?

Esta suena un poco al tema de la renuencia de algunos medios a dar pasitos hacia el Periodismo Ciudadano. ¿Acaso temen que se les vaya de las manos?

72. Este nuevo mercado nos parece mucho mejor. De hecho, nosotros lo estamos creando.

Amén, se trata de informaciones creadas por y para ciudadanos.

83. Queremos que trates a 50 millones de nosotros tan seriamente como tratas a un reportero del diario financiero.

Trátalos mejor. Al fin y al cabo, van a hacerte el trabajo sin cobrar nada.

93. Estamos tanto adentro de empresas como fuera de ellas. Los límites que separan nuestras conversaciones semejan el muro de Berlin hoy, pero son sólo un estorbo. Sabemos que caerán. Trabajaremos de ambos lados para hacerlos caer.

¿Puede morir la prensa impresa a manos del Periodismo 3.0? ¿Está el papel en peligro de extinción?

95. Estamos despertando y conectándonos. Estamos observando. Pero no estamos esperando.

Esta da miedo, suena a una "amenaza invisible" que espera aletargada para estallar en nuestras narices. Vistas las últimas iniciativas de muchos medios, se puede afirmar que el Periodismo Participativo no sólo ha despertado, sino que además ya se ha quitado las legañas.

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